24 de julio de 2025

Por Obligación

 

Hay ocasiones en las que nos encontramos en una situación en la que no queremos participar pero que nos toca hacerlo a la fuerza, ya sea por las costumbres arraigadas en el medio, por presiones sociales, porque así nos lo inculcaron o por motivos de cualquier otra índole, pero en las cuales, en todo caso, si fuera por nuestra propia voluntad:  no lo haríamos.

¿A qué me estoy refiriendo concretamente? pues a aquellas cosas que hacemos por cumplir, porque nos toca hacerlas; porque son obligatorias:

Saludar por las mañanas: "¡Buenos días!" a todo el que nos encontremos en nuestro camino...  Hay gente que ni contesta a este saludo.  Pero a todos nos enseñaron que hay que hacerlo.  Esto mismo sucede con todos los saludos a lo largo del día.

Con respecto a este tópico, conozco la historia que le ocurrió a un conocido:

Carlos pasó frente a la casa de Elmer y le preguntó a la mamá de este que se encontraba en la puerta: ¿Elmer está por ahí? -Ella le respondió que no y él sin más siguió su camino.  Unas horas más tarde, llegó Elmer a la casa de Carlos y le dijo: Mi mamá me dijo que fuiste a buscarme... y Carlos le contestó:  "No, sólo pasaba por allá y pregunté por ti ¡por un cumplido!".   Nunca se había visto tanta sinceridad en una frase tan corta.  Pudo ser un poco más diplomático y decir algo como "Quería saber cómo estabas" o algo similar. 

Otra cosa que hacemos por obligación es aceptar los regalos que nos dan por cualquiera que sea el motivo: cumpleaños, aniversarios, día del padre, de la madre, del médico etcétera.  Porque no hay posibilidad de que podamos decir con toda sinceridad: "Ay, ese regalo no me gusta.  ¡Llévatelo!  Las normas de comportamiento no lo permiten. En cambio tenemos que fingir que dicho regalo ¡Nos gustó mucho!

Existe otra cosa que a mí particularmente no me gusta hacer: Ir a un velorio y dar pésames... mientras esté a mi alcance evadirlos lo hago.  Pienso que este es un momento bastante íntimo que sólo debe ser para los familiares del fallecido y no para cualquier conocido en general.  Llegar y dar un pésame para mí es como remover la herida en los deudos.  Y si pensamos en la estructura del pésame en sí: "Lo siento altamente"; "Lo siento mucho" o "Mi más sentido pésame".  Este último podría dar a entender que existe un "Mi menos sentido pésame" que se le daría al familiar de alguien que no nos caía tan bien.

La razón por la que no me gustan ni los velorios ni dar pésames es porque creo que uno hace lo que puede por las personas mientras están vivas. Ya después de muertos... ¡Ni para qué!  Quien ya murió: "Nada sabe, nada ve, nada siente".  Tal vez yo sea algo antisocial en este sentido; o no veo las cosas con objetividad o soy de otro planeta...  Pero cuando alguien muere, para mí no cumple más años ni estoy pendiente de cuántos años lleva de muerto, porque simplemente su historia  ha terminado.  ¿Tendré acaso un "Alto grado de insensibilidad"? tal vez, pero estoy siendo sincero en mi apreciación.

 

No puedo lograr entender por qué al visitar un bebé recién nacido tenemos que decir algo como: ¡Ay qué lindo (o linda) bebé!  ¿Es que acaso no hemos visto nunca un bebé feo? o ¿Será que no existen?  ¡Claro que sí!. pero de manera hipócrita toca decir que es lindo (a).  Yo cuando visito un bebé recién nacido me mantengo en silencio y sólo si el bebé es verdaderamente lindo (a) lo digo, en caso contrario: ¡No digo nada! guardo prudencial silencio...  Y es que en verdad los bebés recién nacidos, están por lo general arrugaditos y en muy contadas excepciones se muestran verdaderamente lindos.

Sabemos que para todos los padres su bebé es lindo, pero no por éso todos los demás debemos percibirlos de la misma manera.

 

 

30 de mayo de 2025

La Fuerza De Voluntad

 

Todos habremos presenciado, visto desde cierta distancia o por lo menos  escuchado que cuando alguien por alguna razón desconocida o muy personal cae en alguno de los muchos vicios hoy existentes como son la drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo, los juegos de azar o los más modernos que llegaron con la tecnología como son los juegos de computadora o de celulares e inclusive la pornografía y hasta las redes sociales, lo hacen de una manera que ni ellos mismos se dan cuenta de cómo paulatinamente van convirtiéndose en esclavos de estos vicios hasta llegar al extremo de no poder hacer nada por sí mismos para poder apartarse de éso que les está causando tanto daño.  Es entonces cuando entran en escena los equipos de recuperación conformados mayormente por sicólogos y médicos los cuales han diseñado estrategias que en algunos caso dan resultados pero en otros lamentablemente ¡No!.  Hay multitud de estos últimos casos pero no vamos a mencionar ningún nombre por respeto a las victimas.  Existen igualmente grupos de apoyo y hasta programas de radio y lineas directas para hablar del caso que sea necesario en el momento justo.  Pero muy difícilmente se puede salir de un vicio arraigado por cuenta propia.

Hoy te quiero compartir algunas historias de personas que lograron salir del dominio de un vicio fuertemente arraigado en ellos utilizando sólamente un arma: ¡Su fuerza de voluntad! te los contaré no en órden de importancia, sino en un desorden no premeditado porque todos son importantes-  Helos aquí:

Me contó Jorge una vez hablando con él, que en una época de su vida cayó en el vicio del juego de maquinitas de casino y me dijo que era tanto lo que éso lo dominaba que no se acordaba ni de comer y que inclusive los dependientes del casino le llevaban bebidas a su puesto de juego, con el fin de que no se moviera de allí.  Era tal el grado de dependencia que había desarrollado que cuando no estaba jugando ¡Escuchaba la música de la maquinita que lo llamaba!  Hasta que un día tomó conciencia de su situación y se propuso no ir más a jugar y así lo hizo.  "No fue fácil ni rápido" me dijo pero lo logró finalmente.

Mi concuñado me contó una vez una historia que a mi juicio es sorprendente: Miguel, un campesino de la sierra Nevada de Santa Marta, vivía tan alejado del pueblo que no iba a este sino por fuerza mayor o para traer provisiones.  Y entre las cosas que nunca le faltaban estaba una caja de cigarrillos.  Pero no una cajetilla de esas que caben en el bolsillo, sino una caja grande de esas que contienen varias decenas de cajetillas de aquellas que pensaste antes; es decir que él llevaba la provisión de cigarrillos para varios meses porque tenía la costumbre de que encendía el cigarrillo siguiente con el que ya se le estaba terminando.  ¡Tal era el grado de su vicio!  Pero en una ocasión Miguel no podía bajar al pueblo y ya solo le quedaban tres decenas de cajetillas.  Entonces pensó: "Esto me tiene que alcanzar hasta que baje" y sacó la cuenta y dosificó lo que tenía.  Como el ritmo con el que él llevaba su vicio era tan intenso, obviamente ahora debía tener períodos de abstención digamos una hora sin fumar y lo logró.  Cuando pasó la hora y ya podía fumar pensó "Si pude durar una hora, ¿Será que puedo durar dos?" y así lo fue alargando hasta que completó un día entero sin fumar; y después dos días y tres y...¡Dejó definitivamente el cigarrillo! ¿Increíble? Sí, lo es pero me aseguraron que es una historia verdadera.

Alguien a quien conozco y aprecio mucho me compartió que él tomaba todas las noches "Para poder dormir tranquilo" hasta que un día camino a su trabajo comenzó a ver "visiones raras" (según sus palabras), lo cual hizo que se concientizara de su situación y a cuestionarse: ¿Qué me estoy haciendo? y así como se bota un sucio a la basura; así mismo se deshizo de su mala costumbre que ya tenía mucho tiempo practicando.  Cabe anotar que esa no es una decisión nada fácil de tomar y aún más difícil de sostener pero Enrique se apoyó en Dios porque era consciente de que solo, no lo lograría.  Pero no se reunió en una nueva fe ni nada, todo lo hizo internamente: Un compromiso consigo mismo.

Yo dejé de fumar un día que tiré una "colilla" al piso y mi hija que gateaba la tomó e intentó llevársela a la boca.  Yo inmediatamente se la quité y de forma simultánea me quité tan feo hábito que no sólo daña los pulmones sino que mancha los dientes y los dedos y deja al fumador hediondo.  Antes era "cool" fumar y las propagandas al cigarrillo eran sin restricciones pero aunque esto último ha cambiado; no hay una sola película en la cual no salga uno de los protagonistas fumando.  ¡Éso también es publicidad!  Entonces, me dí cuenta de que los hijos, más que seguir lo que uno les dice, hacen lo que nos ven haciendo.

Es cierto que historias como las aquí narradas son "la excepción de la regla", pero al mismo tiempo son prueba de que si de verdad queremos librarnos de las cadenas de un vicio, la mente juega un papel muy, muy importante.  Algo para tener en cuenta.

En la Biblia hacen referencia al "Dominio propio" (Gálatas 5:22-23) Yo considero, no sé si me equivoco o no, que el dominio propio viene a ser lo mismo que la "Fuerza de voluntad" que bien cultivada puede sacarnos de muchas situaciones embarazosas por decirlo de una manera general y sencilla.

Antes, en la época de la radio, existía una serie llamada Kalimán.  El súper héroe le decía a Solín (un niño que lo acompañaba): "Recuerda Solín que ¡No hay poder más grande sobre la tierra que el poder de la mente humana; y quien domina la mente: lo domina todo!"

Si estas historias que te compartí aquí no son claro ejemplo de ese poder del que hablaba Kalimán, no sé qué lo será.

20 de enero de 2025

El Poder, El Valor y El Significado

 Dice la Biblia que Jehová, el Dios todopoderoso, creo todo lo existente mediante su palabra.  También dice aunque no con estas palabras que "La Palabra tiene poder". Sólo es escribir la frase entre comillas en un buscador y te saldrán todas las citas.  Ésto, del poder de las palabras se extiende también a los humanos quienes utilizamos una gran variedad de lenguajes, todos compuestos de palabras, que seguramente ¡Tendrán poder!  Para qué utilizamos ese poder, ya es tema de otro escrito; no de éste.  Sin embargo, no está de más decir que sabedores del poder intrínseco de ellas, debemos utilizarlas mayormente para construir en lugar de lo contrario.  Así que piensa antes de hablar, y como reza  el refrán: "Procura que tus palabras sean siempre dulces; por si te toca tragártelas"

Mi abuela, a quien casi siempre menciono en mis escritos siempre decía: "Mi palabra nunca cae", refiriéndose al altísimo valor que ella le daba a lo que decía o prometía. Hablando con ella sobre el tema me manifestó que para ella tenía más valor una palabra expresada que un documento firmado; porque cuando ella expresaba algo, lo hacía después de haberlo pensado bien y después de haberlo sopesado en todos sus aspectos.  Es decir que ella por ninguna circunstancia permitiría que algo que hubiese dicho quedase sin valor. Si así pensáramos todos los habitantes de este planeta: ¡Otro gallo cantaría!, pero bien lejos estamos de ese deseo, porque parece que la mentira y el engaño son quienes están detrás de la mayoría de las palabras.

Y por último, el significado de las palabras en nuestro entorno, no es muy claro.  Gramaticalmente hablando, las palabras tienen un significado asignado por la autoridad de cada idioma en el lugar correspondiente al "Control del idioma" pero en la práctica, las palabras en sí, no significan nada.  El significado de ellas es aquel que el uso cotidiano termina dándole y no el que aparece en los diccionarios.  Prueba de ello es aquella vieja canción cubana que habla de las diferencias de significado de las palabras entre las ciudades de La Habana y Santiago de Cuba.  La canción se llama "La fruta Bomba".  Cabe decir que esta canción la han grabado muchas orquestas y grupos musicales entre ellas la "Orquesta de Fruco" que realizó una versión en salsa de ella.  Lo que dice la canción es bastante ilustrativo de lo que sucede con el español (que es de lo que podemos hablar, puesto que es lo que conocemos) en las diversas partes de los países en los cuales se habla.  Y no sólo entre diferentes países, ¡Sino dentro de un mismo país!  Así que encontramos casos como el de la "Cuchara" que en la mayoría de los países es un utensilio de mesa pero que en Venezuela lo usan para designar la parte intima de las mujeres; "El Machete" que usualmente hace referencia a una herramienta para trabajar el campo, en ese mismo país designa "El órgano reproductor masculino" y lo mejor es no buscarle una lógica al asunto, porque como ya te dije anteriormente, ¡la ley la impone el uso cotidiano! 

En Colombia sucede algo parecido entre regiones: entre la mayoría de los habitantes del interior del país, "Conocer" a alguien es haber tenido sexo con esa persona (sobre esto tengo una anécdota bastante chistosa que me ocurrió a mí mismo Jajajajaja); mientras que en la costa atlántica, se usa para dar a entender que se sabe bastante de dicha persona: su nombre su procedencia, gustos etcétera.  Otra palabrita que ya ha cambiado su significado es "Coger" que debido a las películas y a la globalización ya no significa "Tomar con las manos" sino que significa "Tener sexo" que me imagino que aún podrá diferenciarse de "Hacer el amor" Aunque una vez me dijeron que "El amor no se hace, porque desde el pecado original ¡Ya está hecho!; que sólo se disfruta"

Si me pusiera a decir todas las palabras que significan diferente entre las diferentes regiones de mi país...esto sería larguísimo.  Mejor termino diciendo que cuando vayas a decir una palabra, recuerdes que ella tiene: Significado, valor y sobretodo PODER.