24 de diciembre de 2011

Junior Campeón 2011

Este 21 de diciembre, Barranquilla entera vibró con el partido final de la “Liga Postobón” disputado entre Once Caldas de Manizales y el club Atlético Junior de Barranquilla.  Era el segundo de una final jugada a cuatro tiempos, en los cuales el Junior resultó vencedor en los dos primeros y el “Once” en los dos últimos.  Lo cual condujo a definiciones desde el punto penal como lo contemplaba de antemano el reglamento.
No se puede decir que todos en Barranquilla estaban haciendo fuerza por el Junior, porque al ser esta una ciudad “cosmopolita” tiene habitantes de todas las regiones de Colombia y del mundo.  Además hay muchos a los que ni siquiera les gusta el fútbol o son barranquilleros pero aficionados de otros equipos, entre ellos el Once de Manizales.
Fueron momentos emocionantes de verdad, hasta el punto que contagiara a personas que generalmente son apáticas al fútbol.  (Ellos y ellas también terminaron haciendo porras por uno o por otro equipo)
Honestamente, yo soy aficionado al fútbol, pero sólo eso, aficionado más bien lejano… porque aunque me gusta, no me apasiona ni me dá para discutir, cualquiera que sea el nivel del que se trate la discusión.  Yo mismo me colocaría como un aficionado de quinta categoría, estando por encima de mí todos los demás quienes son capaces hasta de morir por su “Equipo del Alma” como suelen llamar al Junior de Barranquilla sus aficionados.
Conozco a personas que prefieren no comer con tal de tener para ir al estadio o de arriesgar su vida montados de “polizones” en un camión, para ir a acompañar a su equipo a otras ciudades.  Hacer esto, yo ni lo pensaría…
Admiro verdaderamente a esas personas que logran desarrollar tanta pasión por un equipo y me detengo a meditar que si invirtieran esas energías en algo más productivo: este país sería ¡una maravilla!
Siguiendo con mi análisis, veo que ser seguidor de cualquier equipo resulta ser algo frustrante porque suelen pasar muchos acontecimientos negativos antes de disfrutar un triunfo de esta índole.  Y por último, mi análisis me lleva a concluir que toda esa pasión desarrollada alrededor del Junior, no es más que una expresión  de rebeldía de un  pueblo vapuleado por años por el garrote de la injusticia y la desigualdad con que el estado centralista siempre nos ha mirado: Como a una raza inferior…  Son pues estos de los pocos momentos en los cuales podemos demostrarles y encima restregarles en la cara que no somos ni sombra de ese estigma con el que quieren marcar a la raza costeña, que de lo que sí tiene de mucho es de luchadora, de tenaz y de expresiva…
Viva el Junior, viva la costa y por encima de todas las intrigas: Vivan los costeños quienes disfrutaremos de estas alegrías hasta que no podamos más como con el 5-0 a Argentina… 

19 de diciembre de 2011

Los Viajes en el Tiempo



Este es un tema fascinante, tanto para la ciencia como para la cinematografía, quienes han dado cada uno desde su óptica una versión de esta anhelada posibilidad.
En el campo científico, quien dio las pautas más fundamentadas para lograrlo fue Albert Einstein, a través de su muy famosísima, pero poco entendida “Teoría de la Relatividad”. 
En mis primeros intentos de convertirme en profesional, yo estudié Física pero no concluí esta bella carrera, así que mis conocimientos no alcanzaron para salir del gran grupo de aquellos que no logramos asimilar la “Teoría de la relatividad”.  Es por esto que no me aventuraré a hacer comentario alguno para no caer en errores imperdonables.
Por otro lado, en el campo cinematográfico, este género de películas ha sido explorado hasta la saciedad,  se le conoce como una sub rama de la  “Ciencia Ficción” y los títulos de películas bajo esta clasificación es abundante.  Muy abundante; se puede decir que la lista es “Interminable” aunque no lo sea…
Para argumentar los viajes en el tiempo, la cinematografía ha echado mano de todo tipo de recursos: Maquinas, magia, explosiones atómicas, campos magnéticos… en fin ¿y los motivos de estos viajes? pues igual de variados pero en la mayoría de los casos deseando “componer” algún error que se cometiera en el pasado para que así el “Futuro” se presente de “Mejor manera”
El tiempo, es “La Cuarta Dimensión” entiéndase de la siguiente manera:
Los cuerpos tienen en nuestro medio tres dimensiones: largo ancho y alto. Pero si observamos un objeto cualquiera podemos agregarle una cuarta dimensión: el tiempo que este objeto lleva de creado.
 La cuarta dimensión tiene también su connotación mística, pero este aspecto tampoco lo analizaremos en este escrito…
Si nos ponemos a analizar profundamente este tópico, vemos que todos somos viajeros en el tiempo: venimos del pasado y vamos hacia el futuro…  Pero claro está que cuando se habla de viajar en el tiempo, eso no incluye “Viajar con el tiempo”, sino dejarlo a un lado, ya sea para ir al futuro o al pasado…
Yo tengo mi propia teoría con relación a este tema:
Suponiendo que uno se pudiera desplazar físicamente al pasado o al futuro, podría observar los acontecimientos que tengan a lugar en el momento en que nosotros “hagamos presencia”; pero no tendríamos injerencia directa en ellos, es decir, no podremos participar activamente en ellos… Sería más bien como cuando presenciamos una película: no podemos cambiar nada de lo que en ella sucede…  Y es que esto debe ser así para guardar el orden de los sucesos.  Porque si se pudiera viajar al pasado y cambiarlo al antojo de cada quien: se necesitaría un mundo para cada persona puesto que “Cada cabeza es un mundo” y cada quien lo querría acomodar a su gusto.  Sería un verdadero caos.
De todas maneras, no deja de ser apasionante la idea de volver al pasado y corregir algo…si esto se pudiera hacer; creo que viviríamos en un mundo un poco mejor, pero todos tendríamos que ir para allá, no se salvaría ni uno!!!  Jajajajajaja no habría cabida para tanto viajero… Con más de una intensión.  Esa es la naturaleza humana.  Pero como el que hizo el mundo nos conocía a la perfección, estos viajes sólo quedarán en las pantallas de los cines y en las mentes febriles de todos nosotros los soñadores empedernidos…

9 de octubre de 2011

Las Historias de mi Abuela



Mi abuela paterna era una mujer muy especial, sobre todo conmigo, porque yo era su nieto preferido.
Es sorprendente cómo la mente humana conserva intactos recuerdos de cosas que ocurrieron hace muchos,  muchos años.  Con relación a esto último, voy a compartir con ustedes tres historias, sólo tres de muchísimas que mi abuela me refirió y de las cuales sacaremos conclusiones más adelante.
Yo recuerdo que mi abuela “Tenía el palito”, es decir sabía cómo hacerlo, para mantenerme allí, a la expectativa.  Y era tan grafica en sus narraciones que yo prácticamente “vivía” las historias que ella me contaba.

Helas aquí:
Primera historia: “Los 40 Cerdos”
“En una de las muchísimas travesías que realizó Jesucristo, llego a un lugar muy apartado, con un hambre y un cansancio muy grandes.  La puerta de aquella casa se encontraba abierta y Jesucristo entró.  Momentos antes de su ingreso, el propietario del lugar se encontraba reunido con 40 hombres.  Y al observar que se acercaba Jesús, les dijo a sus acompañantes: “Vamos a ver si es cierto que ese maestro es tan sabio; escóndanse en el cuarto de atrás y permanezcan en silencio…
Cuando Jesucristo hubo ingresado, y después de los saludos de rigor y todo lo demás, Jesús le dijo que tenía mucha hambre y cansancio y le pidió encarecidamente que le ayudara a mitigarlos.  El hombre, sin sentir dolor alguno por la situación del viajero, le dijo: “Yo te ayudo si me dices qué hay en el cuarto de atrás”
El maestro dijo sin dudar: “Cuarenta Cerdos”.  Ante esta afirmación el hombre soltó una gran y sonora carcajada y con tono despectivo dijo: “Tú no sabes nada, allí lo que hay son cuarenta sí, pero amigos míos” y continuó riendo a todo pulmón.  Jesucristo no le dijo nada y salió del lugar.
Cuando el hombre se hubo “desembarazado” de su visitante fue hacia atrás y abrió la puerta del cuarto dispuesto a seguir burlándose del desacierto de Jesús.  Pero para su sorpresa, al abrir la puerta, salieron en estampida cuarenta cerdos que lo tiraron al piso y posteriormente lo devoraron…

Segunda historia:
Había una vez en cierta ciudad una banda musical muy famosa que era la preferida de todos los habitantes.  Era tal la fama de aquella banda, que en los días de fiesta, no había cabida para el descanso porque el volumen de contrataciones no se los permitía, ya que les “llovía” un alto número de contratos y prácticamente no paraban de tocar.
En una de esas fiestas, ocurrió algo muy curioso:
Se encontraba la banda en plena acción musical y uno de los músicos que en ese instante estaba haciendo sus “Silencios”, no pudo más contra la naturaleza y se quedó dormido.  El músico comenzó a soñar con que estaba en una época diferente, es decir en el pasado y que se encontraba en el patíbulo listo para ser ejecutado.  Ya la guillotina estaba en lo más alto y sólo faltaba una señal para que la dejaran caer.
Cabe aclarar que de verdad los momentos vividos en los sueños son bastante extraños: El tiempo parece no existir; ni la lógica; ni la gravedad; ni muchos otros parámetros que en nuestro diario vivir son “normales”.  Si le hubieran preguntado al músico de nuestra historia cuánto tiempo había transcurrido desde que se durmió hasta el momento final, probablemente nos diría que muchas horas o varios días.  Pero en realidad fueron ¡sólo unos segundos!
Un compañero del músico dormido, que estaba a su lado,  al darse cuenta de la situación y sabiendo que ya su compañero debía hacer su intervención en la melodía, le pasó suavemente un dedo por su cuello para despertarlo.  Pero como él se encontraba en la situación descrita anteriormente,  lo que pensó fue que su momento había llegado y que ese roce era el de la hoja afilada de la guillotina, lo cual le produjo un infarto y su muerte instantánea…

Tercera Historia:
Había hace mucho tiempo dos mujeres que en el transcurso de su vida, siempre fueron grandes amigas: el dolor de una lo era de la otra, la alegría de una la compartía con la otra, es decir eran casi hermanas y hasta se podría decir que más que éso porque eran de verdad muy unidas.  Entre estas dos mujeres no había secretos y lo que la una le contaba a la otra: “Llegaba hasta allí” esto es algo sorprendente, porque generalmente las mujeres sienten ese deseo incontenible de “Comunicarse” y compartir lo que las otras personas le refieren; no importa si el tema es cierto o es falso, lo importante es “socializarlo”.
En cierta ocasión estas dos amigas llegaron a un acuerdo:
La primera que se muera, regresará del más allá y le contará a la otra qué es lo que hay allá; cómo es y qué se siente estar muerto…
Pasaron los años y una de las mujeres murió.  Ya la otra no se acordaba de aquel pacto que habían suscrito entre las locuras de la juventud.  Pero la otra sí se acordaba y vino a cumplir su promesa:
Se le apareció a su amiga cuando esta se encontraba sola en su cuarto, de manera inexplicable la otra no se asustó al verla y después de recordarle el pacto, procedió a explicarle todo como lo habían acordado.  Fue tal la impresión de la amiga viva  al enterarse de cómo era el más allá,que murió allí mismo y fue encontrada por sus familiares momentos después."

Estas tres historias y todas las otras que ella me contaba ponían a viajar mi infantil imaginación que de por sí era muy “volátil” y viajaba sobre sus historias como si fuesen mágicos caballos alados y dóciles…
En definitiva debo decirte que mi abuela era una mujer “fantástica”, no porque fuera algo excepcional ni nada por el estilo (Bueno conmigo era excepcional, debo admitirlo), cuando digo que era fantástica lo digo en el sentido literal de la palabra.  Es decir a mi abuela le gustaba la fantasía y estas tres historias son una muestra de ello.
Si nos ponemos a analizar la primera historia veremos que era algo imposible de que ocurriera puesto que Jesucristo nunca dio muestras de ser un hombre vengativo y lleno de rencores.  Mucho menos iba a convertir cuarenta hombres que no le habían hecho nada, en cerdos.  Y por otro lado nadie podía haber dado testimonio de lo ocurrido porque los que estaban antes de que Jesús llegara: unos fueron convertidos en cerdos y el otro fue víctima fatal…
En la segunda historia: ¿Quién podría haber dicho lo que ocurría en la cabeza del músico en los momentos de su “Fatal Sueño”?
Y por último, si la amiga sobreviviente murió inmediatamente después de enterarse como era el más allá; ¿quién dijo cómo fue que ocurrieron los hechos?
En aquella ya remota época en la que mi abuela me contó estas historias yo las creía.  Porque estaba muy muchacho.  Pero tiempo después, con la madurez de los años y del sentido crítico de las realidades, me di cuenta que a pesar de que las historias eran divertidas y cumplieron su objetivo de convertirme en soñador: O mi abuela era mentirosa a propósito; o alguien abusó de su ingenuidad…

26 de julio de 2011

Caminos Misteriosos

Hay para mi, tres cosas sobre las que no me gusta discutir son ellas Religión, Política y Preferencias sexuales.  Considero que discutir sobre cualquiera de ellas es perder deliberadamente el tiempo y eso es castigado con una tarjeta amarilla Je, Je, Je, y aunque este tema que voy a tratar es más o menos en el campo religioso tómalo así: como una voz en la montaña con la cual no se puede polemizar...


Cierta vez, leyendo uno de los tantísimos libros que he leído encontré una frase que decía más o menos así:
“Al igual que el cielo muestra diferentes facetas, el estado de ánimo también puede cambiar” y explicaba a renglón seguido que nadie puede estar permanentemente triste o feliz...
También leí creo que en la Biblia que “los caminos de Dios son misteriosos”.  Tratando de encontrar la cita exacta, me tropecé con varios conceptos que dicen que esto es mentira y que no son misteriosos y tienen muchos argumentos para esto.  Pero como yo he vivenciado ese “misterio” en los caminos del Señor siento la obligación de sentar mi humilde posición al respecto:
En muchas ocaciones he recibido mensajes de Dios a través de personas o hasta de animales y cosas que lo dejan a uno sorprendido, por decir lo mínimo.  Pero como son tantas estas experiencias voy a publicar sólo la última que he experimentado y la cual según mi percepción no deja ninguna duda:
Comenzaré diciendo que aunque no pertenezco oficialmente a ninguna religión, eso no quiere decir que sea ateo puesto que me considero un creyente sincero en Jehova mi Dios.  Diré también que me considero un hombre feliz en la medida de lo posible; que no me amilano ante las contrariedades y que tengo bien claro que preocuparse por ellas no logra más que complicar las cosas e impedir que piense con claridad para buscar posibles soluciones al aspecto que en un determinado momento me esté molestando.  Esto no quiere decir que yo sea la excepción de la regla en la variedad del estado de ánimo; ¡Nunca! Yo fluctúo en ese aspecto como cualquier mortal...
También debo decir que muy pocas veces yo me encuentro deprimido o triste, esa no es mi constante: casi siempre estoy contento y generalmente ¡cantando! (Aunque mi voz no me acompañe mucho) pero ¿qué más dá? Así soy yo: siempre buscándole el lado bueno a las cosas; o el lado humorístico...
Pero el otro día, estaba verdaderamente triste y deprimido, veía oscuro y no pensaba muy claramente.  El mundo parecía tan complicado y difícil...  Entonces decidí irme caminando hasta el colegio donde labora mi esposa (que queda bien distante de donde me encontraba) y una vez allí la llamé por teléfono para decirle que la estaba esperando a la salida y ella se alegró mucho...  Yo me senté a esperarla en un piso alto que hay a la salida del colegio y estaba esperando y mirando todo a mi alrededor...  Entre lo que observé, vi a una señora que venía con tres niñas y una de ellas, la más pequeñita, que tiene a lo mucho cuatro añitos, se subió al piso donde yo estaba y sin más allá ni más acá me dió un caluroso y efusivo abrazo.  Yo justificadamente sorprendido ante tal acto no atiné sino a decirle: ¡Hola bebé! Pero ella no me contestó nada y siguió su camino con su mamá...
Me quedé allí meditando sobre ese abrazo y su efecto en mi (Me alegró sustancialmente) y mi conclusión fue que Jehova mi Dios me abrazó a través de esa nenita y en ese abrazo me estaba diciendo: “No temas que yo estoy contigo”.  Así lo entendí y así lo acepté.  Y mi estado de ánimo ya no fue ni sombra de lo que era antes de ese “misterioso” abrazo.
Cada quien es libre de creer lo que desee, yo en mi caso prefiero creer que Dios me ama; que está conmigo; que puede comunicarse conmigo y que está pendiente de mí.


29 de mayo de 2011

Las Apariencias

Hace unos días llegó a mi correo un e-mail que llamó mucho mi atención llamado “El Hábito No Hace Al Monje”.  Y llamó mi atención al leerlo porque ya había tenido noticias de cosas similares.
Aquí dejo la dirección donde se encuentra alojado para compartirlo con mis pocos lectores (Porque si son muchos, no les gusta comentar):


¿Realidad o ficción? No lo sé.

Lo que sí sé es que yo conozco algunas historias similares que no puedo dejar de referir:
La primera:
Un conocido mío, propietario de “Graficas San Martín” en Barranquilla, me contó lo que le pasó a su abuelo:
Cierto día mi abuelo llegó a un concesionario de una muy famosa marca de camionetas y le preguntó al vendedor:
-¿Cuánto vale una camioneta de esas?- señalando una último modelo que estaba en exhibición.
El vendedor observó a mi abuelo con su jean desgastado, su viejo sombrero vueltiao, sus abarcas tres puntá y su mochila terciá (Escrito como lo habla el relator).  Y le respondió en tono condescendiente:
-“No amigo esas camionetas son muy caras como para que piense comprar una…”-
Mi abuelo no dijo nada sino que se quedó allí mirando lejos…
El gerente de la agencia tal vez sospechando lo que estaba sucediendo se acercó a mi abuelo que ya estaba solo y le preguntó:
-¿En qué le podemos servir ¡mi amigo!?
Mi abuelo le explicó la situación y concluyó diciendo: “Pero el vendedor me ha dicho que yo no puedo comprarla y ni me dijo el precio…”
El gerente le dijo: -Vale tantos millones ¡mi amigo!
-¡Ah! ¿Sí? Dijo mi abuelo entusiasmado; entonces ¡Véndame tres! Que quiero dárselas de aguinaldo a mis nietos…
Y las compró.
5 mentarios

La segunda:
Era la víspera de navidad, estaba con mi esposa en Zodium Jean en Barranquilla.  Lógicamente el almacén estaba muy lleno; las vendedoras estaban al tope del estrés, cuando hizo su ingreso una mujer que se veía a leguas que era una trabajadora sexual de los alrededores del almacén.
Todo el mundo, tanto clientes como vendedoras se le apartaban al aproximarse ella.  Pero a la desdichada mujer, parecía no importarle y llegó hasta una de las vendedoras que no pudo esquivarla y le preguntó: ¿Cuánto vale ese Jean? Señalando hacia un maniquí.
La vendedora la ignoró. 
Pero la joven que estaba atendiendo la caja al ver la situación, dejo lo que estaba haciendo, se le acercó a “La clienta” y le dijo: ¿Qué quieres mamita?
-Un Jean como ese- Dijo la mujer entre los humos de su lamentable estado.
-Si mi reina- le dijo la cajera vale 45 mil pesos, pero con el descuento de navidad te queda en 40 mil.
Y ella sacó un fajo de billetes y pagó; se lo colgó al hombro sin medirselo ni nada y se fue por donde vino…
¡ Que venta tan fácil!
  Sería muy bonito si todos los que atienden público, tuvieran en cuenta que todos somos potenciales clientes; que el dinero de todos vale igual y lo más importante: que ante Jehová Dios ¡Nadie vale más que otro!

9 de mayo de 2011

Carta de Mi Hija Leidy

Hace mucho tiempo no hacía entrada alguna. ¿A que se debe ésto? No sabría decirlo a ciencia cierta, pero pueden ser múltiples los motivos. No me detendré a analizarlos, porque es tanta la ansiedad por hacer esta entrada, que casi no quiero escribir esta introducción.
Es una carta o mejor dicho un e-mail que mi hija me escribió y me mandó a mi cuenta de correo electrónico. La copié tal como ella la envió sin cambiar, quitar o adicionar nada. He aquí: (Comillas mías)

"Hoy es un día normal, como tantos otros días que he pasado aquí en Cartagena, estoy en mi cuarto acostada en la cama, Yennys entró, me regaló un chocolate y habló conmigo un rato, luego se fue y yo prendí mi PC, de fondo de pantalla tengo una foto con mi papá, observo la foto y recuerdo muy bien ese día, fue 24 de Diciembre, un Diciembre muy feliz, lleno de buenas noticias y grandes esperanzas para el nuevo año que llegaría; se me vienen a la mente muchas cosas, recuerdos felices, recuerdos tristes, no sólo del día en que me tomé esa foto con mi padre, sino de muchos otros días que he compartido junto a él, me alegro tanto de que esté conmigo, no puedo evitar que salgan lágrimas de mis ojos, lo extraño mucho, cuánto quisiera tenerlo junto a mí y darle un fuerte abrazo, decirle cuanto lo amo… Ya quiero que lleguen las vacaciones para volver a estar junto a él, junto a mi familia, a mis amigos… En la ciudad que me inspira tranquilidad y confianza, Soledad… Observando la foto le digo con una inmensa nostalgia que lo quiero, que lo extraño, aunque sé que no me escucha el hablarle me tranquiliza un poco el alma.
Hay tantas palabras que he querido pronunciar pero que no he podido, a veces se me olvidan, a veces me da pena, me gustaría poder expresarle a mis seres más queridos todo lo que siento por ellos, que sepan que de verdad son una parte muy importante en mi vida, que no sé qué haría sin ellos.
Siento esta noche la necesidad de hablar con alguien, pero sé que ninguna de las personas que ahora mismo tengo cerca llegaría a sentir todo lo que les dijera… Pero como tenemos un Dios muy poderoso que nos dio el arte de escribir nuestros pensamientos y sentimientos no queda más que escribir lo que le quiero decir a mi familia…
A mi padre, tengo tantas cosas que decirte, tantas que sé que ni todas las páginas de Word me alcanzarían, hay muchas cosas que si te podré decir pero en cambio hay otras que sólo se pueden sentir. Eres mi padre y te guardo un gran respeto por eso, pero también eres mi gran amigo, sé que contigo podré contar para siempre, si me dijeran que escogiera al hombre que más amo sin duda ese serías tú, te he expresado en muchas ocasiones cuanto te quiero, cuanto te amo, nunca pensé que al pasar el tiempo te convertirías en todo lo que eres para mí ahora, sé que no hay nadie que te aprecie más que yo, he sabido ver todo lo bueno que tienes y sobreponerlo a las cosas malas porque todos las tenemos, te admiro mucho, por tu inteligencia y tu forma de ver la vida, por tus ganas de salir adelante y nunca vencerte, por la fuerza de voluntad y la paciencia que nunca te faltan, por saber comprender que las cosas cambian, y que a pesar que nunca dejarás de ser mi padre eso no quita la posibilidad de ser mi amigo, me entiendes y me apoyas incondicionalmente, y al igual que el resto de nuestra familia confías en mí y eso me hace muy feliz, en la vida he hecho muchas cosas para demostrar que si puedo y que pueden confiar en mí y me pone muy alegre el saber que tú te has dado cuenta de eso y lo tomas, porque hay muchos padres que a pesar de todo nunca llegan a confiar en sus hijos…
En la universidad mis amigos me dicen que es muy raro que tenga una relación tan linda contigo, pues lo normal es que sea con las madres, como ya sabes quiero mucho a mi mamá, pero eso no es impedimento para que te quiera a ti al igual que a ella, y sé que aunque los demás ven lo bien que nos llevamos nadie sabe realmente como son las cosas, sé que nadie extraña tanto a su padre como yo te extraño a ti, generalmente todos quieren irse de sus casa para poder hacer lo que quieren sin que les digan nada, yo en cambio estoy lejos porque espero que dentro de unos años podamos estar siempre juntos y disfrutar así de muchos momentos lindos que están por venir…
A veces me enojo con Dios porque sé lo mucho que significa para ti poder trabajar, pero a pesar de todos los esfuerzos que has hecho no se te han dado las cosas, me pone muy triste saber que te pones triste por ello, pero me fortalece el saber que no te rindes y que siempre estás en busca de más posibilidades…
He aprendido muchas cosas de ti cosas que sé que con el tiempo no olvidaré, como por ejemplo el amor por la vida, disfrutar de cada detalle y de las pequeñas cosas que ésta nos da, la paciencia, es una virtud que se pierde con el tiempo, cuando la necesito sólo pienso en ti y me tranquilizo, porque sé que has sido muy paciente con nosotros y entonces sé que yo también puedo serlo con los demás.
Me tranquiliza el escuchar tu voz, hay momentos en que no quisiera seguir, la vida es muy triste a veces, pienso en el futuro, es muy incierto, me imagino todo lo feo que viene y me dan ganas de que se acabe todo, no me gustaría llegar al momento en que haya escasez, pero entonces estás tú, y no quisiera perderme ni un momento a tu lado, me reconforto y me pongo feliz.
Te quiero mucho papi, esto te lo digo de corazón, eres el mejor padre que le han podido dar a alguien, si volviera a nacer y Dios me pusiera a escoger entre todos los padres que existen, a pesar de saber que podría escoger a uno que tuviera mucho dinero para así poder comprarme todo lo que quisiera, o a otro padre que también ha sido muy bueno con sus hijos, sin dudarlo ni un segundo te escogería a ti porque sólo así tendría la certeza de poder ser lo que soy ahora, de tener la educación que mi mamá y tú me han dado, de amar tanto a mi familia como lo hago ahora…
Gracias infinitas te doy por todos esos momentos que me has dado y los que no, porque cada uno de ellos me han enseñado algo de valor."

Lo único que puedo decir es que lloré como hace muchísimos años no lo hacía...
¡Qué linda eres mi bebé, qué linda eres!
Leyendo esto, entiendo que en ti se cumple aquella creencia de que el aspecto exterior es un fiel reflejo del aspecto interior.
¡Jehová Dios te bendiga!