24 de diciembre de 2011

Junior Campeón 2011

Este 21 de diciembre, Barranquilla entera vibró con el partido final de la “Liga Postobón” disputado entre Once Caldas de Manizales y el club Atlético Junior de Barranquilla.  Era el segundo de una final jugada a cuatro tiempos, en los cuales el Junior resultó vencedor en los dos primeros y el “Once” en los dos últimos.  Lo cual condujo a definiciones desde el punto penal como lo contemplaba de antemano el reglamento.
No se puede decir que todos en Barranquilla estaban haciendo fuerza por el Junior, porque al ser esta una ciudad “cosmopolita” tiene habitantes de todas las regiones de Colombia y del mundo.  Además hay muchos a los que ni siquiera les gusta el fútbol o son barranquilleros pero aficionados de otros equipos, entre ellos el Once de Manizales.
Fueron momentos emocionantes de verdad, hasta el punto que contagiara a personas que generalmente son apáticas al fútbol.  (Ellos y ellas también terminaron haciendo porras por uno o por otro equipo)
Honestamente, yo soy aficionado al fútbol, pero sólo eso, aficionado más bien lejano… porque aunque me gusta, no me apasiona ni me dá para discutir, cualquiera que sea el nivel del que se trate la discusión.  Yo mismo me colocaría como un aficionado de quinta categoría, estando por encima de mí todos los demás quienes son capaces hasta de morir por su “Equipo del Alma” como suelen llamar al Junior de Barranquilla sus aficionados.
Conozco a personas que prefieren no comer con tal de tener para ir al estadio o de arriesgar su vida montados de “polizones” en un camión, para ir a acompañar a su equipo a otras ciudades.  Hacer esto, yo ni lo pensaría…
Admiro verdaderamente a esas personas que logran desarrollar tanta pasión por un equipo y me detengo a meditar que si invirtieran esas energías en algo más productivo: este país sería ¡una maravilla!
Siguiendo con mi análisis, veo que ser seguidor de cualquier equipo resulta ser algo frustrante porque suelen pasar muchos acontecimientos negativos antes de disfrutar un triunfo de esta índole.  Y por último, mi análisis me lleva a concluir que toda esa pasión desarrollada alrededor del Junior, no es más que una expresión  de rebeldía de un  pueblo vapuleado por años por el garrote de la injusticia y la desigualdad con que el estado centralista siempre nos ha mirado: Como a una raza inferior…  Son pues estos de los pocos momentos en los cuales podemos demostrarles y encima restregarles en la cara que no somos ni sombra de ese estigma con el que quieren marcar a la raza costeña, que de lo que sí tiene de mucho es de luchadora, de tenaz y de expresiva…
Viva el Junior, viva la costa y por encima de todas las intrigas: Vivan los costeños quienes disfrutaremos de estas alegrías hasta que no podamos más como con el 5-0 a Argentina… 

1 comentario:

  1. luisbenavidesamariz@hotmail.comenero 15, 2012 8:33 p.m.

    Mi hermasno del alma, aveces sin que nos marquen, nos sentimos marcados, (recuerda que cada quien se siente según quiera sentirse)que nos importaría lo que piensen los cachacos, si no tubieramos algo de culpa AH?

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