Después de haber pasado muchos malos momentos, después de saber que hay que pensar antes de hablar y también después de aprender que hay que aprender cada día de las experiencias que de alguna manera nos causan frustración o por lo menos molestia, he hecho una lista de las cosas que nunca más volveré a hacer, por lo menos mientras tenga dominio sobre mis facultades mentales.
La primera de ellas es que no le preguntaré a una pareja si el más joven es su hijo o su hija. Porque con las combinaciones que hoy podemos ver en cuestiones de pareja se corre un alto riesgo de que te digan: "No, es mi marido" o "No, es mi mujer" según sea el caso. Y no te lo digo sólo porque me haya pasado a mí, ¡No!. Es que también he presenciado que les a pasado a otros y si no te ha pasado a ti, puedo asegurarte que es una situación bien incómoda que deberías evitar mientras esté en tus manos hacerlo.
Un día estaba con un amigo hablando en su negocio cuando llegó su esposa a quien yo conocía con una mujer mayor a quien no me presentó. Tratando de ser cortés y no dejar a la mujer ahí, como si no estuviera, le he preguntado a mi amiga: ¿Ella es tu mami? y su respuesta me dejó con un frío en las piernas que todavía recuerdo: "No, es mi hermana menor". Te cuento que no sabía dónde meter la cabeza; ¡Qué vergüenza! no sabía qué decir y por supuesto no dije nada, esperando a que pronto pudiera despertarme y sólo fuera un mal sueño...
Otra de las preguntas que me he prometido no hacer es: ¿Estás embarazada? y ésta es bastante común de que ocurra con conocidas que hace mucho no vemos o con desconocidas que apenas estamos tratando. Dejaré a tu imaginación las posibles respuestas y situaciones para este caso. Pero no dejaré de recordarte que hoy en día abundan las personas (Hombres y Mujeres) con barrigas altamente prominentes. Conozco tipos que si uno no supiera que éso es imposible (Bueno, hasta ahora), dan es ganas de llevarlos de urgencia a la maternidad, porque es que ya "El parto es inminente" y mujeres igual, ya sea por la alimentación actual o por factores intrínsecos a la forma de vida moderna.
Y no sucede sólo con las preguntas, también con las afirmaciones: "Ay ese niño es igualito al papá" y resulta que el niño es producto de una relación anterior de la mujer... Obviamente no tengo que ilustrar lo incómodo de la situación, porque allí por lo menos quedarás como mentiroso; entonces el consejo aquí es: ¡Si no tienes nada que decir, no digas nada! es mejor guardar silencio y pasar por parco al hablar que salir con una de estos comentarios que después desearás no haber hecho.
Por último, he tomado el consejo del libro Cómo Ganar Amigos, que en uno de sus apartes dice: "No hablaré mal de persona alguna..." Esta parte es fundamental ya que uno generalmente acostumbra a hacer comentarios no siempre positivos sobre personas que inclusive ni conoce y ésto induce sin duda alguna a cometer errores. Personalmente sufrí un terrible episodio una vez que fui a casa de un conocido: en su terraza había un indigente tirado en el piso y yo le hice el siguiente comentario: ¿qué, te lo ganaste? refiriéndome obviamente al indigente; (porque tantas casas alrededor y venir a dormir precisamente aquí) y él me respondió: "No, nada, ese es mi hermano, que la droga lo tiene así"
Ya te podrás imaginar lo incómodo de ese momento...
Hay muchos otros errores en los que no debes caer pero te tengo que dejar algunos para que tú los adiciones a tu lista, pero te aseguro que estos que te he mencionado no son los únicos que podríamos cometer. Debemos por tanto, crear hábitos de conversación que no involucren desenlaces como los que te he mencionado y sobretodo: tener en cuenta el valor del silencio.